miércoles, 24 de marzo de 2010

Zapatos de tacón


Soy una fanática de los zapatos de tacón. Mi autoestima crece de manera directamente proporcional a los centímetros de los tacones que me calce. Me gusta oír el taconeo de mis zapatos por el pasillo, tap, tap tap, y además reconozco sin pudor que los llevo con estilo. El otro día le comentaba a una amiga que, para caminar bien con unos tacones altos, hay que balancear ligeramente las caderas. Si no queremos parecer palos de escoba, hay que mover el culo!!

Pero en casa no soy la única que siente pasión por los tacones altos. Cada mañana Mr.B me jalea para que me los ponga, da igual el resto del estilismo, lo importante son los tacones. Me recuerda a la tabarra que dio el príncipe azul hasta que encontró a Cenicienta y le puso el zapato de cristal! Que fetichismo el de ese príncipe!!!!

Y que decir de mi hija... ¿No recordáis con cariño vuestro primer par de tacones? Los míos eran rojos con lunares blancos, una preciosidad que mi madre solo me dejaba ponerme en casa. Así que yo, para resarcirme de esa pena, dejo a mi hija que se los ponga cuando quiera, aunque vaya como la Pantoja. Mirad, mirad que pinta.....


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