martes, 16 de marzo de 2010

Un limón más medio limón




...dos limones más medio limón.

Esta ha sido más o menos la cosecha del limonero de mi patio. Y me tiene orgullosísima porque ha sobrevivido a este duro invierno, helada tras helada, sin perder apenas unas hojillas. Y mirad que hermosos son sus limones!

Este limonero lo plantamos cuando nació H, mi segundo hijo, y la verdad es que han seguido caminos paralelos: los dos fueron esmirriados, feuchos y delicados, pero con el tiempo se han ido poniendo fuertes y hermooososss. Cuando uno tiene plaga de pulgón, el otro está con ataque de dermatitis, y los dos reviven con la primavera.

Y si os fijáis bien, veréis a su vera un tótem de colores. Según la RAE, un tótem es
un "objeto de la naturaleza, que en la mitología de algunas sociedades se toma como emblema protector de la tribu o del individuo, y a veces como ascendiente o progenitor". Y es exactamente eso: cuando nació G, la primogénita, plantamos un naranjo que se marchitó al trasplantarlo. Aunque no soy supersticiosa, en esta ocasión me dio yuyu eliminarlo y decidimos pintar el tronco con colores para que hiciera compañía al limonero.

Y aquí están los dos, en el patio de mi casa que es particular.




2 comentarios:

  1. el limonero es una preciosidad, seguro que lo ciudais muchisimo y se os dan fenomenal las plantas.

    pobre naranjo, seguro que tu marido quiso comprar otro y tú no le dejas...

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  2. Te agradezco el voto de confianza, pero la verdad es ayer mismo comentamos lo mal que se nos dan las plantas....Le ponemos mucho interés, pero no hay manera.

    Y si, efectivamente mi marido plantaría un bosque entero en los 20 metros de jardin....Menos mal que yo soy como Eduardo Manostijeras y le echo el freno!

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