jueves, 28 de enero de 2010

Boda en Floripa


No me gustan especialmente las bodas, pero en este caso tengo que reconocer que nos divertimos mucho. Lo mejor de una boda donde no conoces ni a los novios, es que te tomas licencias que en otras no te permitirías. Por ejemplo, ahora que no me oyen los puristas de la etiqueta, a esta boda no llevé medias, shshshsh...

Bueno, lo que os interesa: ¿y cómo son las brasileñas???? Pues afortunadamente, lo más parecido a la Bundchen era mi amiga Cassandra. Las demás no eran para tirar cohetes. Mirad, mirad al novio y a sus amigas:



Lo mejor era la puesta en escena: la iglesia era preciosa, muy colonial y discretamente decorada para la ocasión. En cambio, el sitio de la recepción estaba espectacularmente decorado: una enorme terraza volada sobre el mar, todo lleno de rosas rojas. Por ejemplo, la mesa de los postres, con unos bombones buenísimos de mil formas.



Y después de la cena, bailar, bailar y bailar. Ah, y la novia nos regaló a todas las chicas unas havaianas para que nos quitáramos los tacones!

Aquí os dejo el detalle del pavo real que me puse en el pelo (con tanta humedad me quedaba un poco foshhco...)



2 comentarios:

  1. tu pavo real es genial !! me ha encantado

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  2. tías potentes potentes, lo que se dice potentes no había muchas, salvo esa volga princess que anda por estos lares

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