Me gusta mucho Tom Ford. Es de esos tipos que siempre están impecables, que siempre imaginas oliendo bien, como recién salido de la ducha...En el año 2004, Ford anunció que dejaba la dirección creativa del Grupo Gucci para dedicarse al cine, y me pregunté cómo sería la primera obra de este hombre tan guapo, tan rico, tan sexy. Pues bien, el otro día fuimos a ver su película A Single Man, adaptación cinematográfica de la novela de Christopher Isherwood (1964), que cuenta la historia de George, un profesor universitario que intenta superar la muerte del que ha sido su compañero durante 16 años.
Iba predispuesta a que me gustara y no me defraudó, sobre todo por dos cosas: la interpretación de Colin Firth como George, un hombre que sufre, triste, solo y perdido, es fantástica. Y por supuesto la dirección de arte de un esteta como Tom Ford: esa obsesión por el detalle, donde todo encaja, todo es estéticamente impecable, desde el vestuario, la música, la decoración de las casas (ohhhh, qué casas!!! Luis, si la ves, no te pierdas los espejos de la casa de Julianne Moore)
De acuerdo con que la decoración es fantástica. El vestuario... de Tom Ford, ¡genial!
ResponderEliminarPero... me he aburrido como una ostra. Lenta, sin ritmo, mucho detalle y poca acción.