Salgo exhausta del cine. Como si hubiera estado bailando durante dos horas.
No voy a destripar Black Swan, pero es una película tan intensa y desasosegante que creo que hay que ir avisado. Pensaba que iba a ver una película de bailarinas con tutús, "pliès" y "pas à deux", pero nada más alejado de la realidad. Este thriller psicológico cuenta la historia de una bailarina y su lucha por superarse y conseguir el baile perfecto, esa combinación entre la técnica del cisne blanco y la pasión del cisne negro. Ella es Natalie Portman, que está sublime con un personaje perturbador, con el que sufres y te pierdes en sus delirios, porque el baile con sangre entra.
Aquí va mi voto para el Oscar a mejor actriz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario