martes, 13 de abril de 2010
Vitalista
Hay negocios bien pensados, de esos que parecen tan obvios -¿pero cómo no se me ha ocurrido a mi antes?- que me dan envidia. Y es el caso de Vitalista.
A mediodía, durante años, he malcomido en restaurantes cutres unos menús aburridos y grasientos, saliendo con olor a fritanga y jurando como Scartlett O´Hara no volver a pasar hambre. Pero ante la opción de comer en tupper en la oficina, nos volvíamos a lanzar a la calle, a la búsqueda de un menú de mediodía un poco mejor que el anterior.
Si yo hubiera conocido Vitalista!!! Hoy Javier me ha dado muuucha envidia con su menú, escuchad: a media mañana piña y naranja, musaka para comer y sandwich de queso azul con miel de merienda. MUÉRETE. Hasta el packaging es ideal!
Yo ya no estoy en oficina y no creo que me lo traigan a mi solita a mi casa. Se requiere un mínimo de personas, por eso he pensado en vosotras que estáis todo el día en la oficina. Si alguna se apunta, que me invite un día a comer.
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Que bueno! Lo que me queda en el convento, pienso probarlo y te invito. Besos reina, te sigo, aunque sea en silencio..
ResponderEliminarPues no guardes silencio Juncá, que me gusta oirte (porque lo de verte es una utopía...) BESOS BESOS BESOS
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