martes, 27 de septiembre de 2011

Flores, flores, flores





 Si con la que está cayendo dos amigos deciden abrir un negocio, se merecen toda la suerte del mundo por su valentía. Y si además es un negocio tan espectacular como Fransen et Lafite, además tienen mi admiración más absoluta (y un poco de envidia...)




El sábado íbamos paseando en bici por el centro cuando, al girar la esquina de la calle Espejo (nº5), nuestra pedaleada se frenó en seco ante la asombrosa visión de millones de plantas y flores, velas, fuentes y jarrones de tamaño descomunal. Entramos hipnotizados y salimos abducidos por la belleza del sitio y el encanto de los dueños.





Os recomiendo que vayáis a verla, porque traen flores cortadas directamente de Holanda, de las que duran semanas en los jarrones. Hay todo tipo de variedades de flores y plantas, unos jarrones maravillosos y pequeños elementos de decoración que te llevarías sin dudarlo. Además te preparan los ramos y centros, decoran eventos y hacen trabajos de estilismo para sesiones de fotos y rodajes.

Nosotros nos llevamos una vela de La Maison Trudon, libre de parafinas y derivados petroquímicos, que dura entre 80 y 90 horas. Elegimos la vela Abd el Kader, que la casa describe como "Un viento de libertad tanto en la costa y las montañas Mascara toma al galope los aromas de menta verde y fresca, el fuego de los combates, el aire caliente y picante del jengibre es la fragancia del té y el tabaco de la tribu de los Ouled Nail." Ummmm, yo lo del viento y el galope no lo noto, pero la menta y el jengibre es fantástico!!




1 comentario:

  1. Hay que ir q ver este lugar. Es magico, un remanso de belleza y olores maravillosos que te hacen olvidar por un rato tanta crisis y tanta mala leche

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