miércoles, 15 de junio de 2011

una de faquires

Paso todos los días delante de la tienda Green Habit y me quedo pegada al cristal como una niña pequeña, haciendo una nube de vaho en el escaparate. Me encantan sus productos ecológicos: los ahorradores de agua para grifos, las estanterías de cartón, las macetas para germinar semillas, las casas de cartón para niños y los cubiertos de bambú de un solo uso. Pero lo que más me fascina es una alfombrilla tipo faquir, llena de pinchos, que se llama Karmamat.


Dicen que esta "revolucionaria Flor de Púas”, fabricada con un plástico especial de alta calidad non-toxico sobre un cojín de algodón natural, produce una relajación tan efectiva como un par de horas en un sofá en frente de la tele. También dicen que la alfombra Karmamat integra la tecnología moderna con la sabiduría tradicional del lejano oriente y que proporciona salud, energía, y relajación a un nivel nunca antes experimentado.

Y como yo soy una ingenua y me lo creo todo, pues lo he probado y....
MAMMA MIAAAAAAAAAAAA. Para mí ha sido como darme un masaje en la espalda con un puercoespín. Debe ser que me pinchaba taaanto toda la espalda que no he llegado a ese nivel de relajación superior que prometían. Os prometo que sus 5.907 púas son durísimas y se clavan como agujas de coser. Como si me estuvieran desollando...

Pero yo soy muy poco sufrida, prefiero un masaje tradicional para aliviar dolores musculares. Si alguna se atreve a probar, la podéis comprar en http://www.karmamat.es/ por el módico precio de 49 euros.





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