Mi hermana es más lista, habla más idiomas y cocina mejor que yo. Os pensaréis que salí perdiendo en el reparto, pero NO. Yo tengo algo que ELLA no tiene: una hija que me cuidará cuando sea viejita y no me abandonará en una gasolinera durante las vacaciones. Y como ella lo sabe, aprovecha sus dotes culinarias y el insaciable apetito de G para sobornarla con bizcochos y conseguir que se ocupe de las dos en nuestra vejez. Ya he dicho que es más lista que yo....
Pues lo último con lo que ha agasajado a la criatura es con un espectacular, esponjoso y delicioso bizcocho de limón, jengibre y pimienta. No es demasiado dulce y deja un ligerísimo regusto picante del jengibre al final de la lengua, pero es increíblemente refrescante. Perfecto para la tarde, para tomar con una taza de te.
INGREDIENTES:
2 cucharadas ralladura de limón
2 cucharadas zumo de limón
1 cucharadita jengibre fresco rallado
420 gr. harina de trigo
3/4 cucharadita bicarbonato sódico
3/4 cucharadita levadura en polvo
1 cucharadita pimienta blanca en polvo
250 gr. mantequilla a temperatura ambiente
250 gr. azúcar
3 huevos grandes
250 ml. buttermilk (*)
- Precalentar el horno a 170º
- Engrasar un molde bundt de 25 cm. con mantequilla.
- En un bol pequeño mezclar el jengibre rallado, la ralladura y el zumo de limón y reservar.
Tamizar la harina, el bicarbonato, el polvo de hornear y la pimienta. Reservar.
Batir con la pala mantequilla y el azúcar hasta que consigamos una mezcla que haya blanqueado y quede esponjosa.
Añadir los huevos ligeramente batidos y uno a uno. No añadir el siguiente hasta que el anterior esté totalmente integrado.
Muy suavemente añadir 1/3 de la harina, alternar con el buttermilk, y terminando con la harina. Incorporar ahora la mezcla del zumo de limón, la ralladura y el jengibre que teníamos reservado. Mezclar hasta que esté todo bien incorporado.
Echar esta mezcla en el molde engrasado que teníamos preparado, asegurarnos con una espátula que la masa ha entrado en todas las hendiduras del molde y que no tiene aire. Alisar la superficie.
Hornear aproximadamente unos 45-55 minutos, o hasta que al pincharlo con una brocheta salga totalmente limpio.
(*) Si no consigues buttermilk, lo puedes preparar en casa: 1 cucharada de vinagre o de zumo de limón y leche entera hasta completar 250 ml. Revolver y dejar reposar durante 10 minutos. Pasado este tiempo estará listo para utilizar. Tendrá la apariencia de leche cortada, o yogur muy suelto pero ésta es la textura del buttemilk.
y listo para comer! si ya, como que es tan fácil... y con esa formita tan mona que tiene. La lista soy yo porque lo mejor es tener una amiga como Princess para poder degustar en su casa ricos manjares mientras se charla de lo divino y de lo humano.
ResponderEliminar... lo dicho, mil veces mejor ir a casa de Volga y probar in situ el delicioso bizcocho. Resultó ser super especial e ideal para acompañar una taza de té. Super recomendable!
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