En casa tenemos una pared llena de fotos familiares, con marcos de todos los tamaños y colores. Ayer, mientras disfrutaba recordando cuando hicimos cada una de ellas, llegué a la conclusión de que parecemos la Familia Adams. No porque seamos monstruosos, no; sino porque por nosotros no pasan los años. Desde que las cámaras digitales entraron en nuestras vidas, tenemos cienes y cienes de instantáneas guardadas en el disco duro, pero hemos dejado de imprimirlas.... Es innegable las enormes ventajas de la cámara digital, pero ¿donde está la emoción de ir a recoger un carrete recién revelado? ¿Y el placer de ver un álbum y pasar las hojas lentamente? Una pena, la verdad.
Pues os propongo que organicéis un tupper foto con Cova. No me negaréis que no os apetece poneros guapas (aunque con sus fotos lo vais a estar seguro y si no te retoca como a la Preysler ;) Las que tengáis niños, es un regalazo de Reyes para los abuelos!!
Muchiiiiisimas gracias, Volga ¡¡¡¡¡.
ResponderEliminarYo hice un tupper Cova en casa y salió genial.Te hace sentir cómoda y relajada delante de la cámara, ese era mi gran miedo! y los peques disfrutaron un montón siendo los protagonistas. Es estupenda. Os lo recomiendo.
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